domingo, 6 de enero de 2008

Nena tu vales mucho

De Robert Altman vi y compré en VHS (que tiempos aquellos), Prê-à-porter, que me interesaba por el tema y me encantó aunque dicen que debe ser uno de sus trabajos menores. Por lo visto sentó bastante mal a la industria de la moda que, aparte de muy susceptible, debe tener un elevado concepto de sí misma porque también les molestó Zoolander. Así que Robert Altman dormía en mi inconsciente como autor de películas corales y satíricas. Luego supe que había elegido a Lindsay Lohan y pensé que por fin alguien se la tomaba en serio. Luego vi la primera foto, y una que está llena de prejuicios y los mueve con la rapidez con la que abre las ventanas del Mozilla, se empeñó en retratarlo como un viejo verde. Creo que la mano en la pierna, pero sobre todo la silla de ruedas fueron los detalles definitivos. Fijate, la silla de ruedas. Eso le condenó al limbo de los pederastas y los sátiros sexuales. Y luego vino Peter Beskind con su libro a rematar la faena. Quizá mi inconsciente fue injusto con Robert. O quizá la imagen que tengo de Los Ángeles y sus moradores es tan próxima a la que el retrata que me encajaron las piezas de un retrato perfecto. ¿Por qué al final, que es el cine si no un cliché detrás de otro?

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