lunes, 16 de abril de 2007

La barbie y el airgamboy




Scarlett Johanson es el triunfo de la evidencia. Y eso está bien. Y es que si una nace así pues lo más normal es que se dedique al cine. Eso debió pensar su madre, porque ya de chiquitita la eligió profesión. Como de actuar no sé mucho, y las filias y fobias del consejo editorial de BC son de las más temperamentales nos caé mal desde que la preguntaron eso de y tú que haces para cuidarte y respondió: chica, nada tengo veinte años. Mira, cielo, lo de los veinte años asegura más bien poco, y si no date un paseo por una piscina municipal y fijaté en los traseros de algunas adolescentes. No, guapa, lo que tú has tenido es mucha suerte. Y eso está guay. Como él. Si alguien te dice que te pareces a Clint Eastwood también sabes que tienes que ganarte la vida con tu cara. Las proporciones de Hugh son de escándalo. Al menos las que se ven a simple vista. Si Coyote me quiere hacer creer que Scarlett pasaría inadvertida como vecina de un bloque cualquiera en Nueva York, yo dudo mucho que si este tío, es un suponer, tuviera un bar en Chamberí, no organizara excursiones con mis amigas para jugar a las tragaperras al lado de la barra mientras nos dice eso de: la tienes a puntito.




Fuente: IMPAWARDS, Jackman´s Landing , Scarlett-Fan

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