La prostitución es abundante, y alimenta un negocio de explotación que afecta -según datos de la Organización Internacional para la Emigración (IOM)- a cerca de 5.000 mujeres, en su mayoría filipinas y rusas. Esta organización señala que las mujeres entran con visado E-6, también conocido como entertainment visas. De acuerdo con la información de June Lee, jefe de la IOM en Seúl, "estas personas" entran en el país porque son consideradas "esenciales para la estabilidad de los cuarteles, que han sufrido en los últimos años el declive de la disponibilidad de mujeres surcoreanas". [....] Según el informe del IOM, una asociación surcoreana actúa como contratista para buena parte de los portadores del visado E-6. Se llama Korea Special Tourism Association, está aprobada y regulada por el Ministerio de Cultura y Turismo constituida por 189 dueños de clubes que operan en las inmediaciones de varios cuarteles estadounidenses en Corea del Sur. Está claro, concluye June Lee, que hay un acuerdo no escrito para "mantener a los hombres contentos".
Fuente: extracto de Diarios de Corea, Bruno Galindo y fotos de HKRain World
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