












Pete Doherty nunca decepciona. Nadie puede llevarse una decepción al verlo. Sale de un club exclusivo, con un par de guardaespaldas, una acompañante monísima y discretísima y un bolso monísimo y nada discreto, con una levita negra y sombrero (Pete siempre lleva sombrero), pero el lleva su look de yonki recién bajado del autobús de la metadona. Para que luego puedas decir eso de: me crucé con Pete Doherty, es tal cual te lo imaginas.Yo a Pete solo lo he visto una vez, en un concierto de los Libertines en una sala de Madrid, cuando aun no había llegado Kate Moss ni el Sun a su vida. Estaba tan borracho que no podía cantar, bajaba y subía del escenario y bajaba y subía gente del público a cantar. Debe ser el concierto menos profesional que he visto en mi vida, y el más auténtico en términos del lado salvaje de la vida. Por eso: siempre contigo Pete. Eso te lo arregla una manicurista en cero coma.
Fuente: Zimbio via ONTD

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