Me voy al frío Norte mesetario, a pasar estas fechas claves de las narices. Y me voy enfundada en botas, pana y conejo. Con guantes y bufanda, que en la capital son un complemento y allí un elemento de pura supervivencia. Y dejo este escaparate que rinde tributo al gran Mingote y a una necesidad y un placer al que no pienso renunciar se ponga la PETA como se ponga, que me da a mi que esos no han nacido en Moscú precisamente.
Yo me voy pero gracias a la tecnología y a ohio (guiño, guiño), Beijing Chic sigue!
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