Que So Ji Sub pueda pasar desapercibido en un aeropuerto de Korea resulta poco probable. Si tenemos en cuenta su altura y su armonía facial lo más fácil es que uno repare en él. Por si eso pudiera no resultar suficiente ya se encarga él de añadir dos o tres toques. Llevar gafas enormes de noche, cascos también enormes, gorra y un poquito de actitud aseguran una localización segura y un reconocimiento más que posible. Añadanlé andar a grandes zancadas y que le recoga a uno una limusina equivalente a la distancia de tirar un penalti, y el resultado está garantizado.
Fuente: Soompi
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