
















Pues hubo dos conferencias parece ser. A una mandaron al hermano discreto que se presentó de gris con un jersecito de su marca, camisa blanca y playeritas blancas también. Atención al perfecto largo del pantalón que le cubre el tobillo incluso sentado. A la otra conferencia mandaron al hermano díscolo. No le dejaron excederse y estoy segura que alguien le arrancó por la fuerza un par de complementos antes de salir de casa, con todo consiguió hacerse con un par de cadenitas y repartirselas a lo loco por encima del chaleco. Y por supuesto cada uno lleva su propio peluquero.
Fuente: Six to Five 1982
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