viernes, 25 de septiembre de 2009

Chang O Lin, The Hangover


Tenemos fotos de como empezamos esta fiesta pero no de como la terminamos. Es lo que te pasa con las bebidas con pajita. Las pajitas deberían estar prohibidas. Las bebidas con pajita parecen más de niña mona que hace el tontito con los hielos y remueve el azúcar mientras se escaquea de dar el móvil al baboso de turno. Parecen mucho más masculinos esos vasitos ridículos que mi primo Piu Chan usa como tazas de café. Se llenan de bebidas de alta graduación y se intentan beber de un trago mientras uno pone cara de que no le gusta nada lo que se acaba de arrojar al estómago. En cambio las bebidas con pajita... A uno no le dejan los vasos de bebidas con pajitas unos al lado de los otros, para que visualice sus excesos. No, el camarero mejicano viene muy cuco por un lateral y se lleva las pruebas mientras con un gesto discretísimo de ojos te indica que te prepara otro. Y claro como nosotros no pagamos nunca.... El no pagar y las pajitas. Esa es una combinación mortal.

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