El pobre Orlando ha tenido últimamente problemas automovilísticos. Al final va a ser verdad que es culpa de los paparazzies porque no es normal que tantos famosos choquen, atropellen, golpeen, pasen por encima de pies de gente y rocen los coches aparcados. Igual necesitan una licencia especial. Una prueba de aptitud, algo parecido a sacar el coche mientras se disparan 30 flashes, o esquivar figuras de madera que se acerquen al coche. Eso sí, Los Angeles nunca ha sido una ciudad más segura. No tema ciudadano si uno de estos niños bonitos de Hollywood con sus potentes y bien asegurados coches le hace algo a su utilitario, contará con un centerar de documentos gráficos así como una docena de testigos presenciales, que seguro con mucho gusto testificarán a su favor. La ciudad está segura gracias a estos peligrosos e incómodos buscavidas. Que paradoja.
Nota: Orlando ha dado con el look. Esos vaqueros bajos con el cinto le hacen parecer como un dibujo animado de James Hewitt. Parece que midiera dos metros.
Fuente: Celebutopia
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