

































Varias son mis historias sobre los oscars que me han distanciado de estos premios. No les tengo ningún cariño vaya. Pero la definitiva, en torno al tan traído glamour y todo eso, fue la de Natalie Portmand que explicaba que una con su vestido prestado de alta costura y sus pendientes prestados de medio millón de dólares llega al auditorium del teatro Kodak en escaleras mecánicas. Nada de escalinata enmoquetada y el galán arriba esperándote mientras lo primero que le llega es tu sensual perfume.
Fuente: Style via ONTD
No hay comentarios:
Publicar un comentario